Hace dos semanas
decidimos ir a pasar el sábado a Alcalá de Henares, siempre habíamos estado de
pasada pero nunca nos habíamos parado a contemplar sus calles, su riqueza arquitectónica o simplemente el encanto que tiene esta ciudad.
De hecho me llevé
una grata sorpresa. Además de que el día acompañaba, me encontré con una ciudad
preciosa, llena de vida y con unos lugares perfectos para tapear, que es una de las cosas que mas me gustan.
Muchas veces nos empeñamos en viajar en busca de lugares que nos sorprendan cuando en la mayoría de las ocasiones los tenemos a la vuelta de la esquina.
¿Sabíais que la
calle Mayor de esta ciudad es la calle soportalada más larga conservada de
Europa? O ¿Que se puede visitar la Casa Natal de Cervantes?.
Para pasar el día me puse mi abrigo amarillo, tan odiado por muchos y
querido por otros. Es de Zara de año pasado y aunque sea un prenda algo
especial, a mí me encanta por su color, originalidad y especialmente por el
calorcito que da. Hacía tiempo que tenía ganas de ponérmelo pero el tiempo no
me lo permitía
Estuvimos en casa Nino. Uno de los sitios más típicos de este municipio madrileño, donde lo que se lleva son los champiñones a la plancha y la oreja. ¡Ambas cosas ,ricas, ricas!
Así que lo dicho
chicos, ¡Fin de semana sin plan!, Alcalá de Henares es una buena alternativa. ¡Hasta
la próxima semana!
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