Para comenzar esta
nueva etapa, hoy quiero enseñaros un breve resumen de lo que han sido mis vacaciones
este verano. Un año más, la costa gaditana ha sido nuestro destino elegido para
descansar, pasarlo bien y disfrutar de la gastronomía.
Me encanta Cádiz,
posiblemente, porque es lo opuesto a lo que yo puedo encontrar en Madrid. La tranquilidad
de sus playas, los encuentros musicales flamencos espontáneos, la alegría de la
gente, las callecitas imposibles, el olor a pescadito, los rincones románticos
o los paisajes espectaculares, son el reclamo perfecto para que cada año
vuelva.
Además allí fue donde
empecé, hace siete años, con las persona que mas quiero y es posible que por
ello tenga todavía mas adoración por esta tierra.
A continuación os dejo
una serie de fotos que reflejan todo lo expresado.
Vejer de la frontera
Para esta ocasión utilicé
un mono corto de pedrería de Zara de este verano. Inicialmente no encontraba
una ocasión para ponérmelo, pero ese día vi todo claro. Quería algo elegante
para cenar pero informal porque inicialmente haríamos una visita por el pueblo.
La solución fue ponérmelo con una camiseta de algodón blanca que tapaba el
bonito escote de la espalda y combinarlo con alpargatas azul celeste. De esta
manera iba elegante por la pedrería pero sin exceso gracias a lo complementos.
Algún día os enseñare
la versión original sin camiseta debajo y taconazo. Perfecto para cualquier evento
de verano.
Restaurante
recomendado: Jardín de Califa
Tarifa
Para esta ocasión elegí
un modelito fresquito para las altas temperaturas de la zona. Sombrero Primark,
Camiseta HyM y short Pull and Bear. Era la primera vez que me ponía unos
pantalones de talle alto. Hasta el momento no encontraba ninguno con los que me
viera favorecida, pero dos dias antes de irme llegaron a mi y ahora el
resultado me encanta
Jaima Caños de Meca
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